Buscar este blog

viernes, 2 de julio de 2010

DIME DE QUÉ PRESUMES...

Lo escenifica perfectamente el dicho ese que dice: "dime de qué presumes y te diré de qué careces".

Seguro que también a ustedes les ha llamado la atención la de veces que se nombra la democracia. Esa palabra loable, casi mágica... y la de veces que todos los que quieren estar dentro del cesto se autodefinen demócratas. Y además, de toda la vida.

Igual que los que aseguran que ellos también se ocupan de esos asuntos sociales. O sea, socialismo. Pero, ¡oh, desengaño! Son palabras que de tanto pronunciarlas, hace tiempo que perdieron su significado.

Miren, si no, a la antigua DDR, República Democrática de Alemania, o la URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Hay más, pero para el caso, con estas nos vale. ¿Qué entendían sus defensores por democracia? ¿Acaso democracia totalitaria? ¡Vaya contradicción!

Son palabras, no obstante, que sugieren algo prometedor, pero que nunca llega. Quedan muy bien, no cabe duda, y la prueba es que convencen a los que no analizan. Pero en el fondo, es la maldad, porque quienes las pronuncian engañan descaradamente, a sabiendas que están engañando.

Y encima, a los engañados los consideran tontos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario