Toda Grey necesita de un buen pastor, y si éste no lo es y encima anda perdido, las ovejas se desorientan y acaban marchando cada una en una dirección distinta.
Y como la frase es extensible a todo tipo de rebaños, ahí nos vemos los españoles errando de un lado para otro, confusos y perdidos sin tener un norte claro.
Me recuerda a aquel desastroso concierto en el que el director, repentinamente enajenado, daba la entrada a los violines cuando era la hora de entrar los instrumentos de viento, y los músicos, desorientados, sin saber qué hacer... bueno, pueden ustedes imaginar la pitada y el escándalo que se originó.
El hombre, aunque algunos se empeñen en afirmar lo contrario, también quiere ver energía y autoridad en quien le dirige, y quiere verle dando pasos seguros. No quiere ver que va dando bandazos, ni quiere un enclenque como jefe, y aprecia su bondad y su buenismo cuando el caso lo requiere, pero también la coherencia y la firmeza.
Y si no alcanza a tanto, que se busque otro trabajo.
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