Buscar este blog

jueves, 15 de abril de 2010

IDIOMAS

Aunque no para todos, pero sí para algunos se ha vuelto costumbre eso de estar hablando castellano e intercalar palabras de otro idioma, preferentemente inglés, y algo menos italiano.

Puedo imaginarme un par de motivos por qué la gente tiende a esas aberraciones. Una por snobismo, otra porque han aprendido el idioma, probablemente un conocimiento pobre, y se sienten con la necesidad de demostrarlo...

Los dos casos nos muestran un tipo de persona ostentosa. Igual que aquellos que regresan de unas vacaciones en ultramar y sin venir a cuento, sin que usted les haya dado motivo para ello, de repente le cuentan los preciosos paisajes, el magnífico hotel, las preciosas playas y una interminable retahila de detalles que a usted ni le va ni le viene.

Y siendo los dos casos aparentemente similares, el de las vacaciones a mí me parece benigno. Es simple condición humana. Solo cuestión de vanidad.

En cambio, el otro, el del idioma, partiendo de la misma debilidad, las consecuencias son lamentables, por dos razones, una porque se destroza el idioma, y la otra porque quien así actúa acaba hablando que chirría los oídos.

Me parece que si alguien sufre tanto de que los demás no estén al corriente de sus conocimientos de idiomas, que se pongan una pegatina en la solapa que rece: Hablo ruso, chino, o lo que sea, y su vanidad quedará satisfecha... y así no destrozarán el idioma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario