CAMBIOS

Ahora es sábado santo lo que antes era sábado de gloria.

Ahora se puede comulgar sin estar confesado, estar recién comido, tomar la forma con las manos... condiciones todas ellas que no hace muchos años se consideraban cometer pecado mortal.

Tal vez usted piense que son aspectos a no tener en cuenta. O que es normal que la iglesia intente adaptarse a las nuevas tendencias.

A mí, sin embargo, me da que pensar que si en tan pocos años se han producido esos no tan insignificantes cambios, ¿qué no habrá cambiado en los últimos dos mil años?

Las obras del hombre no están libres de errores, se dice, y no vamos a discutirlo. Pero precisamente por eso, porque el hombre no es infalible, esas adaptaciones a los tiempos según las épocas nos induce a poner en duda lo que nos cuentan, pese a las mejores intenciones de aceptar la doctrina.