La evolución que hemos vivido los españoles en los últimos cincuenta años nadie puede negar que ha sido espectacular. Al menos es la impresión que se tiene de nosotros en el resto del mundo. Y también la que tenemos nosotros, aunque no sé si en las mismas dimensiones.
Un hecho es que nos hemos situado entre los países más avanzados del planeta, lo cual es una proeza. Sin embargo, la pregunta que surge a continuación es si estamos capacitados para mantener esa posición. Los últimos resultados parece que lo pongan en duda.
Y es que el bienestar nos ha hecho cómodos, y cuando se baja la guardia se acaba rápidamente. ¿Qué hacen otros países para mantenerse siempre arriba? Trabajan duro, y tienen un mercado de trabajo muy competitivo, y tal vez nosotros nos hemos anquilosado en nuestro modelo laboral. Heredado, por cierto, del antiguo régimen.
Pero hoy todo es diferente, y nuestra situación actual tampoco es aquella de antaño en la que el trabajador quizás necesitara estar protegido. Y sin embargo, orgullosos de nuestros logros seguimos sin renunciar a esa protección laboral que nos empuja a la indolencia.
Porque bienestar y comodidad sin esfuerzo es algo difícil de casar.
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