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Hoye, Ovidio, supongo que habrás leído hoy el
escándalo de las cajas de ahorros, tú que tanto presumes de estar al día en los
acontecimientos sociales.
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¿A qué te refieres?
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¡No me digas que no lo sabes!
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Pues, si no te explicas.
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Sí, hombre. El exceso al que llegaron muchos de los
miembros de los consejos de administración de las cajas de ahorro que, por lo
que dice hoy la prensa se lo llevaban crudo. Yo, te confieso que a medida que
iba leyendo las tripas se me retorcían. Seguramente se me olvidarán algunas
cosas, pero te puedo decir que hacían viajes por todo el mundo junto con sus
familiares, y visitaban los lugares más exóticos a cargo de la caja que
representaban. Naturalmente, los hoteles donde se alojaban eran de cinco
estrellas y de gran lujo, y…
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Pero, Gerardo, siempre te lo he dicho: vas con
retraso. Eso ya era vox populi hace más de un año, y más de dos también.
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¡Ah, sí! ¿Y también era conocido lo de los sueldos
tan exorbitados? ¿Esas cantidades que cobraban mensualmente y que llegaban a
cuadruplicar los ingresos de la gran mayoría, no los de salario mínimo, sino
los que se consideraban bien remunerados?
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Sí, claro que era conocido.
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Entonces, supongo que también serían conocidas todas
las ventajas y privilegios adicionales que disfrutaban como tarjetas de crédito
sin límite de consumo, ayudas cuantiosas cada mes para gastos sin justificar,
préstamos de sumas cuantiosas sin intereses, coche oficial de alta gama cuyo
coste ascendía a varios millones, villas de lujo a su disposición y la de sus
familiares para su esparcimiento vacacional, yates de lujo para pequeños viajes
de recreo… y ya digo, creo que se me olvidan algunas cosas más.
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Sí, es cierto, no las mencionas todas. Y efectivamente,
todo eso ya era conocido hace mucho, pero mucho tiempo. Lo que pasa es que tú
vives un poco alejado de la realidad.
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Sí, debe de ser eso. Pero, yo me pregunto, ¿y todo
eso sucedía a pesar de tener representación en los consejos de administración y
estar presentes en ellos las diferentes tendencias políticas y sindicales que
se supone ejercían un control para que no sucedieran esos desmadres?
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Sí, así era.
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Pues, chico, no lo entiendo.
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No me extraña. Es lo que digo. Tú no vives con
nosotros; tú estás en las nubes, porque todavía no te has enterado que al
dinero, como dicen los que lo manejan, no hay que darle tanto valor, pero se
callan lo que se puede hacer con él. Y eso gusta tanto a unos como a otros, sin
distinción de colores.
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